martes, 15 de marzo de 2016

EN EL DIVÁN DE FROID...





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Hola, buenas tardes galán. Lo cierto es que no tenía intención de venir a verte, pero después del día de ayer, me he dicho: Venga, anímate y regresa a esa cherlong cargada de cojines a despejar tus ideas.
No me mires así, todavía,  tengo mi cordura intacta…
¿Sabes? Venia pensando en un poema… ¿Conoces a la poeta argentina Alejandra Pizarnik? ¿No? Pues vaya chasco, en fin.
Tiene uno de los poemas de amor más bonitos que he leído nunca ¿quieres escucharlo? No soy nada buena recitando pero, si gustas. Gracias solete, atiende:

A veces, también se me acaban las sonrisas para ti,
a veces, también se me acaban las ganas de escribirte.
Pero te quiero, ojalá lo entiendas, siempre te quiero.
Pero a veces, mis abrazos no tienen calor y mi boca
no sabe que decir…pero te quiero, siempre te quiero,
cuando no te convengo, cuando no me soportas,
cuando te odio, te quiero.

Si este poema me parece la mayor muestra de amor que ha salido de un corazón y una pluma, es precisamente porque no regala el cielo, ni baja la luna, ni clava una rodilla en el suelo prometiendo el mundo onírico que solemos soñar, cuando estamos solos y abatidos.  Sencillamente, la poeta nos da la realidad. Lo humano en una fusión perfecta con lo más divino. Lo imperfectamente perfecto.
El amor, Froid, el amor. El sentimiento más puro que tiene el ser humano. El que mueve montañas y desvía ríos. Ese…y eso es lo que me trae esta tarde aquí de nuevo, a otra sesión con mi buen amigo.
Hay una pregunta que me golpea desde ayer. Ayer precisamente, que tuve que estar consolando a Ana ¿te acuerdas de Ana? Si, hombre. Es la amiga que me acompaña siempre en los viajes. ¿Ves? Ya te has acordado.
Bien.
La pregunta es ésta, verás. Si el amor es el sentimiento más puro que tenemos ¿qué añadidos necesita? ¿Por qué amarse no es suficiente? Si este sentimiento precisamente contiene en su haber: la sonrisa, la ilusión, la constancia, la lucha, la concesión, el perdón, la renovación, la racionalidad, lo visceral, la ternura, el deseo, la pasión, la comprensión y un largo largo, largísimo etc… ¿qué puñetas de añadidos necesita? ¿Los mundos irreales del nunca jamás?
Ana esté hecha polvo ¿y por qué lo está? No es porque le han roto el corazón, ni mucho menos. A estas edades somos lo suficientemente capaces de comprender y sobre todo, de asumir sin hacer dramas que no valen para nada, si acaso, para dejarte a la altura del betún con la autoestima haciéndote sombra. No, no es eso. Es haberla dejando nadando a contra corriente sin horizonte ni brújula, en un inmenso mar de dudas. Y esas dudas, cómo no, las he tenido que soportar yo y sin anestesia. Lágrimas, que no puede ocultar, preguntas que no sabe contestar,  un buen vino y mi hombro. Un adiós inesperado que le ha roto todos los esquemas y, la ha dejado a merced del escepticismo más cruel. De ese que no se sale fácilmente porque te culpas de todo, de cada una de las malas situaciones. Porque piensas que la mala suerte está de tu lado y no te mereces ni tan siquiera que alguien se rompa la camisa por ti. Así que, ni mucho menos, abrirse las venas…es metafórico, que quede claro.
Y todo por un amor que necesita un añadido….Y en esas estoy, Froid, intentando encontrar para Ana, ese añadido. Pero, no doy con él…
Los seres humanos somos complejos, eso lo sabes tú mejor que nadie. Somos contradictorios y encima nos encanta ponernos ese punto de misterio, que si cabe, todo lo enreda más. Pero se nos olvida ser honestos. Omitimos la verdad, quizá, para hacer menos daño…pero, si el daño ya está hecho ¿por qué no decir a las claras, no te quiero?
Para qué tanta patraña. Para qué tanta excusa… Siempre he dicho y, tú me conoces muy bien, que la verdad puede doler, pero la mentira es infinitamente más cruel y dañina. Por eso nunca miento ni yendo en mi contra. Qué quizá no empleo mí mejor tono, ni mis mejores palabras…eso es cierto, pero de mi nadie puede decir: me hiciste daño adrede, chata.
No existe añadido para el amor, eso es una conclusión que sienta cátedra… ¿verdad?
Lo sabía…gracias por asentir.
Quererse es compartir y no solo buenos momentos. Para  tener buenos momentos solamente no está diseñado el ser humano y, mucho menos el concepto pareja. Donde todo, se tiene que hablar, discutir, mimar y amar.
Por lo tanto a Ana la ha dejado un chico que decía amarla, pero que no era cierto. Igual confundió amor con pasión, eso es algo muy sencillo de hacer. Y al pasar los días empezó a discernir que lo que sentía no llevaba a ninguna parte. No lo culpo, ni tengo derecho a hacerlo. Pero tampoco puedo evitar sufrir por ella, verla sumida en un sopor que me rompe el alma. Es como si, con su partida, se hubiera apagado la luz de sus ojos.
El amor y sus consecuencias. Lloramos por no tenerlo y lloramos cuando lo tenemos. Lloramos cuando lo perdemos y cuando no lo encontramos…sin embargo, no hacemos nada para cuidarlo y, mucho menos luchar. El caso es estar siempre carentes de algo. Sentirnos desdichados con o sin él. Sin él porque nos sentimos incompletos y, con él porque no somos capaces de hacernos entender. El yo gana batalla…el individualismo, la guerra. Y el soldado yace muerto con una bandera blanca asida a su mano…
Cupido y su venganza…la venganza y el ser humano.
Bueno, Froid, mi buen amigo…me voy pero antes te voy a recitar otra poesía, también de la Pizarnik.

Y qué es lo que vas a decir
Voy a decir solamente algo
Y qué es lo que vas a hacer
Voy a ocultarme en el lenguaje
Y por qué
Tengo miedo.

No olvides sonreír siempre…hasta pronto, galán.


*Rocío Pérez Crespo*







2 comentarios:

  1. Hermosa tu forma de narrar...Me agrada y también
    Alejandra, intrincada y todo..pero no sería ella, si fuera diferente..La pintura, parece que nos pusimos de acuerdo. Hermoso blog ..Cariños mujer bonita!! hasta pronto

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